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Los sueños habitan en nosotros, conviven en un mundo lleno de obligaciones, presiones y situaciones que nos hacen olvidarlos y apartarlos para buscar metas más concretas y convencionales. Pero no dejan de existir. Incluso, algunas personas tratan de alcanzarlos y son capaces de hacer realidad lo que han imaginado durante años.
Javier Gómez es yeclano, trabajador social, tiene 29 años y trabajaba con niños en la asociación Coordinadora de Barrios en Murcia. En su sede de Alcantarilla trataba con niños en riesgo de exclusión social y con dificultades en su entorno familiar.
De su formación, su vocación y su enorme afición por el mundo de la bicicleta nació el proyecto “Sobre Ruedas” con los más pequeños de Alcantarilla, que consistía en utilizar la bici como una herramienta para el desarrollo personal de los niños.
Hace unos meses Javi detuvo el reloj de su vida. Frenó en seco sus expectativas laborales, sus proyectos, sus iniciativas. Solo con un objetivo: vivir su sueño. En su cabeza solo existía un pensamiento: recorrer América sobre dos ruedas.
Un reto complejo y difícil que comenzó el 12 de noviembre. Ushuaia fue el punto de origen, el lugar más remoto del continente americano. Desde ese enclave hasta Panguipulli, Javi Gómez ha sido capaz de recorrer más de 4.000 kilómetros.
En ese largo recorrido se ha encontrado en su camino con cascadas, lagos, ríos, árboles, cumbres nevadas, glaciares, viento, lluvia, sol, frio. En su marcha ha disfrutado de entornos como Isla Grande Tierra del Fuego, pasando por Punta Arenas, por Torres del Paine hasta llegar al parque de Bernardo O´Higgins donde comenzó la carretera Austral -de más de 1.200 kilómetros de ruta- hasta Puerto Montt.
Cada día, aventuras diferentes
Cada día en esta aventura es una página diferente. Javi relata que “no he tenido un día igual a otro. No sabemos qué va a pasar, qué cosas nos vamos a encontrar, a quién vamos a conocer o cómo vamos a terminar el día. Habitualmente tratamos de realizar un almuerzo fuerte, iniciamos la ruta, y ya por la noche buscamos un lugar adecuado para acampar, cocinamos y tratamos de resguardarnos y descansar para coger fuerzas para una nueva etapa”.
El joven aventurero yeclano relata que vivió su peor momento en la provincia de Magallanes, en la Isla Tierra de Fuego, “fue un momento muy difícil, estaba lesionado y tuve que recorrer muchos kilómetros solo y en muchas zonas de desierto. Me costó mucho”.
Gómez ha recorrido la Patagonia chilena y argentina. En su camino se ha encontrado miles de anécdotas, recuerdos. Un gran número de personas que le han ayudado de forma desinteresada a completar su sueño. Gente que le anima en su trayecto, que le acoge en su casa para que pueda dormir sobre un techo y que le ofrece el calor de su hogar.
Lo mejor, el comportamiento de la gente
En este singular trazado ha encontrado la hospitalidad de muchos. “Desde el primer día me han ayudado en todo. Aquí las personas tienen otra forma de actuar, son muy cálidas, muy cercanas. Al principio se extrañan de ver una persona que inicia este reto, pero después me animan y me ayudan de forma desinteresada”.
También se está uniendo a muchos que, como él, buscan nuevas aventuras en el medio natural. Particularmente ha compartido buena parte de su trayecto con un ciudadano francés, con quien ha disfrutado de sus mejores momentos en este viaje cuyo único destino es encontrar la felicidad.
Sus próximos retos y rutas están todavía por configurar. Al igual que su retorno, que desconoce cuando será. “En principio esta aventura durará un año, pero depende de las circunstancias que vuelva antes o después. Echo de menos a mi familia y a mis amigos. No me arrepiento de hacerlo, todo lo contrario, se lo aconsejo a todo el mundo, todos deberíamos vivir algo semejante alguna vez” finalizó Javi Gómez.
