El fútbol está lleno de historias curiosas, algunas incluso hacen recordar que está este deporte está compuesto por personas y que tienen sentimientos. Hace unas semanas el Benjamín del Fútbol Base Yecla se enfrentaba al Blanca y como cada semana un jugador se tenía que quedar fuera de la lista de Tania Ivars.
Hasta ahí todo normal, nada fuera de lo habitual. La mala noticia llegó cuando se supo a quien le tocaba esa semana, no era otro que Íker Sancho que ese fin de semana esperaba con ilusión la visita de su abuelo que quería verlo jugar con la camiseta azulgrana.
El pequeño futbolista comenzó a llorar al darse cuenta de que su abuelo no podría verlo sobre el césped del Juan Palao. Y ahí fue donde Pedro José, en un acto de enorme generosidad se ofreció para ser el que se quedara fuera de la lista para que Tania pudiese alinear a Íker. Un gesto que muestra la altura humana de una de las promesas del Fútbol Base.
Un acto que hace que los equipos se hagan más fuertes en el vestuario. El abuelo de Íker pudo ver jugar a su nieto. Y además fue capaz de anotar un gol. El tanto que dedicó a su compañero Pedro José. Ambos compañeros se abrazaron y mostraron que por encima del deporte están las personas.
Durante la cena de despedida de la temporada, uno de los momentos más emotivos fue cuando Pedro José recibió el homenaje de todo el club. Una ovación unánime. Un premio a la deportividad y al compañerismo y como regalo una camiseta del Yeclano Deportivo.