Cuando llegan momentos de inestabilidad, la garantía que asegura la esperanza es el trabajo con dedicación y compromiso. Es ahí donde yace el argumento más solido para creer en un Yeclano Deportivo que, de forma algo precoz, ha pasado su primer gran bache de la temporada. Y ha sido pronto e inoportuno, ya que ha provocado excesiva ansiedad de cortoplacismo a un proyecto que requiere de más recorrido y maduración.
Se han cumplido 100 días desde que el emblemático Biri entró por primera vez al vestuario con una inteligente planificación bombardeada a contratiempos. A sus comprensibles inseguridades de entrenador novato hay que sumar la fuerte exigencia habitual del club pese al leve descenso de nivel de calidad y experiencia de la plantilla, más el infortunio en momentos puntuales. Todo esto le ha hecho reaccionar a mayor velocidad y afrontar su esperada consagración en el banquillo con tres choques de especial significado: La Unión, Castillo y Mar Menor. Todos actualmente de clase media con clara vocación de comer el turrón en zona VIP. Superar el alargado trauma del campo minero supondría un gran paso adelante. Equipo, pico, pala… !y a ganar!
PD: La mejor de las suertes para dos grandes como José Ramón Martínez y Álvaro Ayala en este fantástico proyecto llamado YeclaSport. Placer y gratitud por darme la oportunidad de poner mi granito de arena.