Pancarta para Abellán

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Fue un 12 de octubre memorable aquel de 2006. Corrían otros tiempos hace una década. Luis Aragonés estaba cuestionado al frente de la Selección tras otro disgusto en el Mundial de Alemania, Maxi Rodríguez era lo más destacado de un Atleti del montón, el Murcia se asomaba todavía por el fútbol profesional y el Yeclano Deportivo las pasaba canutas en su debut en Tercera División.

Con prisas y con un césped de auténtica pena se inauguraba el precioso estadio Nueva Condomina,más acorde a las exigencias especulativas que a las necesidades de una afición grana que años después echaría de menos el entrañable olor a puro y pastel de carne de Ronda de Garay. Pero el caso es que había que celebrarlo y pronunciar aquel deseo “alguna vez, el Yeclano Deportivo jugará aquí” que años más tarde se lograría cumplir.

Ese fue el lugar donde servidor tuvo conocimiento de un hecho que cambiaría el rumbo del Yeclano de Pedro Romero.  Eso sí, horas después de disfrutar del magnífico ambiente previo, el fervor hispano-argentino, y protagonizar momentos no poco bizarros. Lo cierto es que, como cantaba Pereza,“sigo flipando cuando veo mi cara en el AS” portando una pancarta proponiéndole al gran Sabio de Hortaleza que echara una mano al Yeclano en Tercera.

Cuando sir Aguilera y el maestro Morata llegaron y comentaron la noticia de la destitución de Abellán, el chascarrillo humorístico no fue, lógicamente, lo único que le dio cierta repercusión a aquella graciosa pancarta. Pero lo importante es que la perspectiva de diez años nos enseña que aquella de Pedro Romero fue una de esas decisiones difíciles y dolorosas que, en ocasiones, hay que tomar para que, con trabajo, constancia y una dosis de suerte, cuatro años después se alcanzara el éxito con aquel ascenso que más que un ascenso, fue un orgasmo futbolístico colectivo.

Al frente de una plantilla cuyas raíces estaban en el campo de tierra del Club de Tenis y con sólo 4 puntos en octubre, Antonio Romero Abellán fue relevado porsu entonces mediocentro veterano y, a la par, novel entrenador, Sandroni. El éxito del alumno resulta incontestable. Pero diez años después puede que sea el momento oportuno para que el club promueva un merecido homenaje a un Abellán que se tragó el tosco polvo de la Territorial para hacer de rodaje a un proyecto que ahora se permite ser unas de las referencias del Grupo XIII.

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