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Por cada punto que el Yeclano sea capaz de quitarle al Córdoba se debería celebrar como si fuese fin de año. Sin embargo, hoy en La Constitución, la sensación tras el empate es más que amarga. Los de Sandroni acariciaban el triunfo tras el 2-0 de Vaquero y Alayeto pero Novaes y Xavi Molina, resbalón desafortunado de Serna incluido, dieron al traste con todo el trabajo realizado.
Los primeros compases fueron idénticos al de los del día del Cádiz B. El Yeclano Deportivo quiso imprimir desde el principio un ritmo alto, con llegadas peligrosas y sin permitir nada a un Córdoba que achicó aguas en los primeros minutos de partido.
Poco a poco, los de Enrique Martín fueron asentándose y equilibró la balanza, por momentos, a su favor incluso. Pero la primera gran ocasión fue azulgrana, en las botas de Luis Castillo, que culminó una cabalgada tremenda para probar los reflejos de Becerra. Un minuto después, González respondió con un cabezazo que desperezó a Serna.
Juanto también lo intentó con otro cabezazo que tuvo que salvar el cancerbero azulgrana. Pero el que sí ‘mojó’ fue Álex Vaquero. El ‘Comandante’ recibió un precioso pase entre líneas de Fenoll y no perdonó ante Becerra con un balón cruzado para delirio de La Constitución. El descanso llegó con otro susto que Serna mandó a córner.
Lejos de conformarse, el Yeclano salió de vestuarios dispuestos a aumentar la renta. Tuvo la opción el algún saque de esquina que acabó en nada, al igual que un par de libres directos que no supusieron peligro. Pudo también empatar el conjunto verdiblanco en un mano a mano que rebañó Serna desde el suelo a José Antonio González.
La fiesta acabó por desmadrarse con el segundo gol azulgrana. Alayeto culminó un error defensivo de la zaga cordobesista que en lugar de despejar hacia banda, lo hizo hacia el centro. Allí aguardaban Iker Torre y el navarro. Fue el segundo el que acabó la acción en gol para locura en ‘Tierra Santa’.
Los cambios ayudaron a Enrique Martín a inquietar a un Serna que pese a que siguió teniendo ‘tajo’ no fue demasiado complicado. Rulo incluso pudo ahondar en la herida pero su disparo se quedó corto marchándose cerca del palo izquierdo.
Nadie dijo sin embargo que iba a ser fácil. Novaes, recién ingresado al campo, remató a gol un balón que se envenenó en el área y metió el miedo en el cuerpo a los fieles de La Constitución. Desde ahí, hasta el final, el asedio fue constante por parte del Córdoba.
Tal fue el acoso que acabó en premio. Javi Flores botó un balón parado desde lejos que apenas peinó Xavi Molina. Serna se resbaló bajo palos en el peor momento y la pelota entró tan despacio como silenciosa la grada de una Constitución que acariciaba la victoria. El punto al final sabe a gloria al Córdoba mientras deja a los azulgranas con un amargo gusto a que mereció más.