Sinceramente, pocos ‘pero’ se pueden decir con este efervescente inicio del Yeclano Deportivo tras cuatro partidos con cuatro victorias, catorce goles a favor y uno solo en contra. Es más, ponerse puntilloso en la crítica ante un aperitivo así sólo sería propio de excesos paladares a lo Alberto Chicote.
Lo cierto es que, empezando la liga en una tradicional cantina como la de Llano de Brujas y degustando después verduritas bastante tiernas de Caravaca, Pulpí y Alhama, el picoteo ha dejado un magnífico sabor en boca con texturas agradables, punto exacto de cocción y un coqueto emplatado a lo Can Sanjuán.
Toca ahora dejar atrás estos entrantes bien elaborados para avanzar en un primer plato consistente y con mucho fundamento. El domingo en Mula, más allá de algún trocito de pulpo en el mítico Bar Salazar, el equipo deberá mostrar destreza en el uso de los cuchillos y del menaje ante un rival de los de cocido de olla de abuela.
Si el domingo en el Camino Curtis se mantuviera esa buena combinación de ingredientes que han ofrecido sabrosa diversidad en el paladar y una digestión all-bran, se afrontaría octubre (el mes que el año pasado arruinó el banquete de Biri) con una base ya preparada a la que corresponderle, horneando en su punto y enriqueciendo en la guarnición, ante los exigentes comensales de Águilas, La Unión y Castillo en casa, e Imperial y Pinatar a domicilio.
Llega el momento de confirmar que este año en La Constitución se cambia la carta de frituras de aceite saturado por bocados gourmet. El verano y la feria ya quedaron atrás, tómense la temporada del Yeclano en serio y pónganle sabor a la liga.