Era un contexto perfecto para pifiarla, pero el Yeclano acabó cumpliendo. Y es que la resaca de la memorable goleada al Mar Menor del jueves junto al ambiente de los días grandes de nuestras fiestas patronales, a las lesiones y al engañoso puesto de colista del Cieza, provocaban el escenario perfecto para cometer un exceso de confianza.
Y lo cierto es que lo hubo, pero con rectificación a tiempo. Los de Sandroni lograron sobreponerse al tempranero gol ciezano y, sin el brillo y la autoridad habitual, le dieron la vuelta al marcador en la segunda mitad.
Más blandito que otros días y sin esa presión feroz con la que acaba desesperando a sus rivales, el Yeclano se vio sorprendido al inicio por un Cieza que sacó sus dos únicos corners en los dos primeros minutos y que se adelantaría al cuarto de hora de juego por mediación de Pelé en un balón a la espalda de la defensa donde el ariete local batió en solitario a Francesc mientras los zagueros reclamaban fuera de juego.
El tanto sirvió de despertador para los azulgranas, que progresivamente fueron intensificando su ritmo aunque sin llegar a su nivel más óptimo. Sólo en un balón que Tonete cruzó en demasía planteó serio peligro hasta el descanso.
Tampoco se volvió loco el equipo tras la reanudación, y hasta los diez de juego no tuvo un acercamiento peligroso, esta vez con Fran Martínez en el segundo palo sin que rematara lo suficientemente fuerte. Sandroni arriesgó dejando a tres atrás y el rescate de los puntos llegó a tiempo. Ya se veía el Cieza con altas probabilidades de dar la campanada cuando el Yeclano sacó a relucir sus zarpazos.
Precedido de un disparo muy alto de Tonete, en la siguiente acción el veterano delantero azulgrana ejecutaría de forma distinta un rechace en el larguero de un zapatazo de Mario y, en vez de buscar puerta escorado, la puso atrás ante la ya habitual llegada desde atrás de Álex Vaquero, que anotó su décimo tercera diana para igualar la contienda.
El Yeclano había hecho lo más difícil tal y como se estaba presentando el partido, y una vez abierta la lata el segundo llegó casi por inercia. Esta vez Campoy se fue hasta la línea de fondo y la puso al primer palo donde Rafa la coló en las redes con un toque sutil.
Con un final más alocado de lo que correspondía para los intereses azulgranas, el equipo de Sandroni volvió a ganar fuera de casa para afrontar, por fin, el siguiente partido con una semana de preparación.