El fortín del Barnés también abrió paso ante el inminente campeón en un partido feo donde el balón parado del Yeclano volvió a ser determinante. Los de Adrián Hernández abrieron la lata casi a la hora de partido en el que era su primer saque de esquina, y repitieron en el tramo final para vencer al mejor local y revelación de la temporada.
Fue un encuentro tan difícil como feo. Sin apenas finalizaciones, la primera parte tuvo intensidad, con un Ciudad dejando a dos arriba para molestar y aglutinando cemento a partir de la línea divisoria. La partida de ajedrez entre Adrián Hernández y su amigo Ismael Ibáñez fue dura y al límite. Hubo de todo menos compadreo, con amago de tangana incluida entre cuerpos técnicos tremendamente competitivos.
El Yeclano no se encontraba cómodo ante la repetición de pases intrascendentales, pero la paciencia era el factor clave en el encuentro. y es que al no parar de moverse entre líneas, aunque no terminaba de salir lo que hacía era exigir agotadoramente al rival. El Ciudad le jugaba al Yeclano dándole mordaza de su propia medicina, impidiéndole finalizar no concediéndole ni una sola acción a balón parado. Tal es así, que el primer córner, ya en el minuto 55, olía a gol. Y así fue. Manu Costa la puso de vicio al segundo palo donde Serrano cabeceó a la red brillantemente.
El Ciudad no se rindió y buscó rápido el empate, hasta el punto de darse una fase del encuentro demasiado rápida para lo que debía imponer el Yeclano. Samu, Ferny y las clarísimas de Valverde pudieron cambiar el signo del partido. Pero ahí emergió el que parecía el convocado de piedra sobre la lluvia de Murcia. Dos manitas abajo de Iván Martínez para dejar la portería a cero durante casi 500 minutos consecutivos y en 16 de los 26 partidos de liga.
La guinda fue la materialización en gol de todo el esfuerzo que viene haciendo Álex Melgar y que no se estaba viendo recompensado con tantos. Fue feo, de rebote en un córner, justo de la mejor forma para romper una mala racha goleadora de un killer para abrir un ciclo distinto.
Y aunque el choque había comenzado con el Yeclano B en play-off y con nuevo tropiezo tranquilizador del Filial del Cartagena, el final iba a volver a ser una fiesta. Como no podía ser de otra manera ante un desplazamiento notable de aficionados azulgranas que se empaparon al máximo con la ansiada lluvia murciana y que saborearon ese cántico de “esta es la afición del Yeclano campeón”.