El Fisicoculturismo se abre paso. Es un deporte único, espectacular, sacrificado y, sobre todo, desconocido. Vicente Ortín es un yeclano que ya se ha hecho un nombre en el circuito nacional. La quinta plaza en el campeonato de España en Alcalá de Henares hace pocas fechas lo corrobora. Es una referencia tanto en la Región de Murcia como en la Comunidad Valencia, Federación a la que pertenece. Semanas atrás ofreció una entrevista en el programa En Juego de TeleYecla donde desgranó los detalles más íntimos de un deporte que poco a poco se va quitando de encima chichés y estereotipos que le marcaban como una modalidad incluso peligrosa. Nada de eso. Pasen y lean, que el culturismo es mucho más.
P: ¿Qué miden los jueces en las competiciones?
R: Por un lado la simetría, las líneas, que el cuerpo tenga forma de equis, cintura estrecha, clavícula ancha, que la pierna tenga un tamaño proporcional a los brazos. Luego el tono muscular, la dureza, los cortes, se comparan unos con otros… En definitiva que sean cuerpos bonitos a la vista.
P: No es fácil para los jueces evaluar estas cosas…
R: Eso ya es cosa de ellos, que están abajo, nosotros hacemos nuestro trabajo y no nos podemos preocupar.
P: La preparación para todo esto es muy importante también.
R: Si. Nosotros nos damos un tinte que con los focos hacen que se vean bien los detalles de los músculos, sino nos veríamos muy blancos. Nos damos una pequeña capa para que luego resalte.
P: Y todo ello para que la competición sea sobre todo espectacular, y ¿cómo se debe comportar un deportista?
R: Claro, es el objetivo, lucirte encima de la tarima. Lo primero, bajo mi punto de vista tiene que ser una persona humilde. Ganes o pierdas hay que saber llevarlo porque llegar cuesta mucho. El mérito de estar ahí ya es grande. Hay que salir a sonreír, que no se te vea agotado, que eso también lo valoran los jueces.
P: Es importante también sintonizar con el público y los jueces, claro.
R: La actitud en el escenario es importante y todo eso se adquiere con experiencia, participando en competiciones.
P: ¿Y cómo empiezas en este mundo?
R: Yo realmente empecé a entrenar con 16 años, con pesas, sin objetivos, solo para estar un poco más fuerte, que era muy delgado. Más tarde, ya con 22-23 empecé a prepararme para competir, con algunos preparadores y a cuidar mucho más la comida. Este deporte no estas preparándote solo para la época de competición, son siete dias a la semana 365 días al año. Hay que ser muy constante y tiene que gustarte.
P: ¿Cómo es tu entrenamiento? ¿Cuánto sueles entrenar por semana?
R: Según el periodo en el que estemos. En fase de volumen o fuera de competición entreno cuatro o cinco días. En competición si que entreno cinco o seis días semanales. Vas midiendo los distintos grupos musculares fijándote bien en el espejo y buscas la simetría entre los músculos. No es un entrenamiento de fuerza que vas viendo las marcas de peso. Se enfoca a la parte estética.
P: Y para ello, la alimentación es clave.
R: Claro. No es la misma dieta en época de competición a la de fuera de temporada. Hay que ajustar calorías y una vez se va acercando la competición se hace lo que llamamos la ‘puesta a punto’, que consiste en una depletación de glucógeno los días de antes, se eleva la ingesta de agua y cuando se activa la diuresis se realiza lo contrario, poca agua y aumentar los hidratos y el cuerpo hace la supercompensación que da el look lleno y seco.
P: ¿Cómo sería una alimentación diaria?
R: Ahora mismo en precompetición estamos más limitados. La baso en pescado blanco, claras de huevo, pechugas de pollo, judías verdes, brócoli y como fuente de carbohidratos se va metiendo arroz. Este deporte es muy sacrificado, exige mucho. La nevera muchas veces está llena y tu pasas hambre pero tienes que contenerte.
P: ¿Son muchas las personas interesadas en este deporte?
R: Cada vez son más. Al principio éramos unos pocos ‘bichos raros’ pero ahora parece que se está integrando más en la sociedad, que también la gente se quiere ver mejor pues cada vez tiene más adeptos.
P: ¿Es este un deporte saludable?
R: Nosotros no podemos beber alcohol. Intentamos comer lo más orgánico posible, lo más natural posible, no comer cosas muy procesadas.
P: ¿Cómo se da el salto de estar en el gimnasio por un entrenamiento personal a competir?
R: Es algo que te va picando poco a poco. Te vas sacrificando y competir es una forma de dar a conocer todo ese trabajo. Es como decir “esto es lo que estoy haciendo” y es una satisfacción personal, no como el fútbol, que es en equipo. Esto es para ti.
P: ¿Cómo fue tu primera competición?
R: En 2013, en Murcia. La noche de antes no pude ni dormir, nada, de los nervios. Iba destrozado y fue una experiencia muy complicada porque me vi sin tablas en el escenario pero me gustó ver al público que te anima, familia, amigos… Y te va enganchando poco a poco.
P: ¿Y conseguís conocer a mucha gente del mundillo?
R: Claro. Nos encontramos en las competiciones, gente de Madrid, Barcelona, del norte…
P: Es un deporte en el que existen muchas categorías distintas. ¿Cómo se dividen entre sí?
R: Cada categoría busca unas características determinadas según tu físico. Buscas el físico acorde a esas categorías. Va por pesos, que hay quienes tienen limitaciones. Está el culturismo clásico, que es la mía, de 4 a 5 kilos por encima del peso de la talla, que por ejemplo yo mido 1’75. Está también el mens phisique, que son los que salen en bermudas que no enseñan piernas. El mens short es también estilo clásico pero con un bañador más corto. Y por último está el culturismo por peso.
P: ¿Qué cosas buenas encuentras en este deporte?
R: Hay muchos tabúes en este deporte pero también te aparta del mundo del alcohol y las drogas. Si te centras en una competición y tienen buena cabeza, los jóvenes están lejos de todo eso y durante muchos años.
P: ¿Y qué dirías a la gente para invitarles a practicar el fisicoculturismo?
R: Pues sobre todo a las mujeres que se quiten el miedo, que el hecho de practicar este deporte no las hará ‘parecerse a hombres’ como algunos creen. Y por supuesto que se pongan en manos de gente experimentada, eso es primordial. Que todos pueden. Yo pesaba 50 kilos…