Desde fuera y a cierta distancia es complicado analizar el retorno de Héctor Alejandro Altamirano Sandroni al banquillo del Yeclano Deportivo. A bote pronto, podría ser un acierto sin remisión. Un regreso tan esperado como deseado. El posible, por qué no, renacer de la que fue la época mas emocionante y brillante del club azulgrana. Es difícil separar los términos porque Sandroni es al Yeclano Deportivo lo que el Yeclano Deportivo es a Sandroni.
En estos cinco años, en los que se puso al frente del Real Murcia Imperial y Olímpic de Xátiva, el técnico argentino, nacionalizado ‘yeclano’, trae consigo una experiencia que, irremediablemente, le convierten en mejor entrenador. Más cauto, más observador, mejor conocedor del Grupo XIII al que ahora regresa. En definitiva, más capaz si cabe que en la anterior etapa de hacer del conjunto azulgrana un equipo imparable.
“Recuperar la identidad” predicó en su presentación. Un concepto que ya utilizó en la entrevista que YeclaSport tuvo con Sandroni el pasado año por estas fechas con motivo del quinto aniversario de aquel ascenso mágico. Una identidad que el nuevo técnico conoce como el que más. Y no sólo porque procede de ahí mismo, criado en esa identidad, sino porque más tarde la explotó e hizo brillar mejor que ninguno.
Pero como reza uno de los mantras más repetidos en todos los ámbitos, segundas partes nunca fueron buenas. Y lamentablemente para el club azulgrana el ejemplo más ilustrativo lo acaba de vivir en sus carnes esta última temporada. Sanjuán hizo campeón y ascendió al Yeclano en el año 2012. Pero, pese a que en el pasado mes de julio parecía que los azulgranas no fallarían al baile de los sorteos de play-off, la historia no tuvo el mismo final.
Sandroni se marchó en 2011 del equipo de su corazón. Y confiesa haber necesitado de mucho tiempo para poder ‘ser feliz’ en Yecla, en casa, donde vive y donde está su familia. “El corazón ganó a la cabeza” fue como justificó ayer su decisión de aceptar la oferta de Pedro Romero. Y en esa disputa, cuando gana el corazón es cuando pasan cosas verdaderamente maravillosas o cuando ocurren las peores decepciones. Tengo miedo de que la exigencia, la necesidad y sobre todo, su nombre y su recuerdo, termine por colapsar un proyecto que a todas luces suena emocionante.
Los resultados ya ser verán. Ellos son los verdaderos jueces del fútbol. Pero no me nieguen que ver de nuevo a Guardiola en el Barça o a Del Bosque en el Real Madrid sería la leche. Pues algo así sentimos los que, en aquellos entonces, cuando algunos comenzábamos con eso de juntar letras en periódicos digitales, convertimos a Sandroni en algo más que un emblema del mejor Yeclano jamás visto. Porque, os guste más u os guste menos, Sandroni es al Yeclano Deportivo lo que el Yeclano Deportivo es a Sandroni.