José Manuel Sanchiz, un joven yeclano dispuesto a todo por disfrutar de la montaña junto a su bicicleta. El ciclista de descenso nos muestra el lado más noble de este deporte extremo apto para personas dispuestas a retar a sus miedos. Sanchiz, al que su última caída grave le dejó una gran cicatriz en el abdomen asegura no imaginar otra forma de vida que no sea subido a su biciclo y rodeado de naturaleza salvaje.
Con camiseta negra y pantalón vaquero pero esta vez, a pie, José Manuel nos encuentra en el ágora del parque ‘Cespín’. A la sombra del ciprés y entre la jauría de niños comienza una intensa charla sobre el deporte de riesgo que cautivó a nuestro ciclista con tan sólo 13 años de edad. “Todo comenzó por vídeos de Youtube que vi con mis amigos. Después decidimos practicar en la montaña todo lo que habíamos contemplado”. Sanchiz fue el único de ellos que continuó ejecutándolo de manera más seria hasta que tres años después, con 16, empezó a competir.
Insaciable y con una gran dosis de fuerza de voluntad pues el ciclista es también su propio entrenador. Fue gracias a Israel Jiménez, su compañero de carreras, de entrenamiento y amigo por el que pudo mejorar en este deporte. “Tenemos un nivel similar y el prepararnos juntos nos permite retarnos para subir de nivel poco a poco”. José Manuel no duda en que el mejor trofeo son las personas que está conociendo y comparten su pasión. “Tengo amigos de muchas regiones de España”. Además, realza el buen ambiente y la deportividad que siempre encuentra en las carreras donde todos tienen un mismo objetivo: disfrutar e ir rápido sin importar la posición. Por su expresión intuyo que de esta forma su gozo es mayor.
Hay que tener en cuenta dos factores para comenzar a practicar ciclismo de montaña: no tener miedo a las inclinaciones en el monte y que te apasione la bicicleta en todas sus vertientes. “Se necesita entrenar con la de carretera para ganar fondo, la de montaña para la fuerza, trial e incluso salir con la de calle”. Este deporte además, requiere un importante esfuerzo económico personal debido al elevado precio de la equipación necesaria. A pesar de que José Manuel cuenta con el apoyo de firmas como Yes Natural, Ciclos Medi, Gimnasio Lucasport, Gobik Wear o MD Termo Marcos, otras empresas cerraron sus puertas al ciclismo “porque ya patrocinaban a equipos de fútbol”. La gran desigualdad deportiva reflejada en la decepción de la mirada del joven.
VENCER AL MIEDO
Sólo hay una fórmula para superar el pánico a la caída: volver a levantarse siempre. El ciclista se curte entre tropiezos y “si de verdad te gusta, continúas practicándolo”. José Manuel cuenta con una larga lista de ellos que en ocasiones le han obligado a reflexionar sobre su persistencia en este deporte; la conclusión siempre fue seguir hacia adelante. Su última caída grave, en octubre del año anterior le llevó hasta el quirófano. “Durante un entrenamiento caí y choqué contra un árbol. En ese momento me encontraba bien e incluso pude dejar a mi amigo en su casa. Una vez en la mía comenzó mi malestar. Me quitaron el bazo y me realizaron una transfusión de sangre”. A pesar de ello, no hay síntomas de miedo en su cuerpo.
El casco, las gafas y su bicicleta es todo lo que necesita Sanchiz para desconectar del mundo que le rodea. A esta sensación se suma la felicidad mental que le invade cada vez que aparca su bicicleta pues ni tenis ni baloncesto, deportes que también experimentó consiguieron calar tanto en su vida. “Soy una persona muy activa y necesitaba un ejercicio que después de practicarlo tuviese ganas de más”. En el ciclismo de montaña encontró el deporte de riesgo que buscaba.
Salir mentalmente a disfrutar es en lo único que piensa José Manuel antes de una carrera. Quizá por ello, nunca olvidará aquella competición en Motril (Granada) de hace dos años. “Tuve un fin de semana muy bueno, sin caídas prácticamente”. En la primera manga de carrera los resultados no fueron muy buenos para el ciclista así que en la segunda prefirió divertirse y consiguió quedar en tercera posición. En la actitud positiva siempre está implícita la victoria.
Sanchiz se siente muy agradecido a su familia y amigos pues en ellos encuentra el ánimo necesario antes de cada competición. También son los primeros en mostrarle su afecto al término de ella. Aunque, en ocasiones, pronuncian la única frase que consigue desestabilizar al ciclista: ‘no te caigas’. “Esa expresión me pone muy nervioso y no me gusta que me la digan porque al final termina ocurriendo”. Incluso ahora el nerviosismo se adueña de él.
El Campeonato de España es la espina clavada de José Manuel porque “aunque ya lo haya corrido siempre ha ocurrido algo que no me ha dejado disfrutarlo”. Este año vio como su amigo tuvo una caída y ya no pudo concentrarse en su carrera. El año anterior, en ese mismo circuito “se me reventó la rueda, tuve otra caída y ya no pude competir”. Además, en una competición Internacional en Vall de Uxó (Castellón) al que asistieron ciclistas de nivel “el camión con la bicicleta tardó en llegar y el árbitro no me dejó correr al estar fuera de tiempo”.
El deporte continúa siendo el principal invitado en el tiempo libre de José Manuel Sanchiz. La ascensión a la Sagra o escalada en el rocódromo son dos de las últimas actividades que el joven califica de ocio. Salir con los amigos también es otra de las formas de desconexión de nuestro ciclista al que esperamos contemplar por mucho más tiempo desafiando a la montaña.