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Lo que estaba siendo un camino de color de rosa para el Yeclano Deportivo se ha vuelto del domingo al jueves en azul oscuro casi negro. Y más allá de los dos resultados negativos, la noticia del diagnóstico de rotura de ligamentos de Juan Riquelme ha supuesto un rotundo jarro de agua fría para el jugador, para el equipo y para el entrenador muchísimo más duro que las propias derrotas accidentales sufridas.
Aquella jugada en el minuto 75 del Yeclano-Lorca en la que Juan Riquelme realizó un giro escalofriante ante el guardameta Raúl Bernabeu va a suponer unos meses duros de recuperación para el futbolista y un vacío enorme en cuanto a talento, personalidad y juego en el equipo que su capitán imprime en el campo y en el vestuario. Esta mañana, tras unos días de retraso, Riquelme recibía el peor diagnóstico posible de los que preveía, con el esguince de rodilla como la opción en la que todos pensaban que se iba a quedar el asunto. El club ha confirmado que tiene una doble lesión, rotura de ligamento cruzado interior y rotura de menisco externo en su rodilla derecha, y desde el club espera tener pronto la fecha para realizar la pertinente operación
El hecho de que la plantilla es algo corta ya estaba llevando a Adrián Hernández en las últimas semanas a buscar con tranquilidad un par de refuerzos de cara a diciembre, pero este grave contratiempo probablemente va a acelerar la búsqueda con el objetivo de cubrir el amplio cualitativo en los próximos días. Su amplia agenda de contactos le podría llevar a jugadores que hayan entrenado anteriormente con él, y ante las buenas perspectivas que está mostrando el equipo podría ser factible la posibilidad de atraer a jugadores de superior categoría que no estén gozando de muchos minutos y estén dispuestos de disfrutar del campo de La Constitución.
Sus compañeros tienen este domingo una gran oportunidad de dedicarle un buen partido en un encuentro muy atractivo contra Los Garres, equipo hecho para luchar por el play-off y en el que juega el yeclano Carlos Felipe.
