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Aún debe mejorar pero esta alegría sí está justificada. El Yeclano Deportivo consigue su primera victoria de la temporada en su estreno liguero en casa ante el Cádiz B gracias a un espectacular Iker Torre que anotó los dos goles azulgranas para remontar el tanto inicial de Sergio González en la primera mitad. Los 2200 aficionados yeclanos que estuvieron en La Constitución ya tienen motivos para soñar.
Jugar en ‘el tempo’ obligaba a cambiar el guión de la película de Sevilla. Conscientes de ello, el Yeclano Deportivo salió decidido a intentar jugar a lo que quería la grada. Mandando y creando peligro, como el remate alto de Torre nada más comenzar el encuentro. Las bandas carburaban, con Fenoll fino y Alayeto decidiendo bien cerca del área.
El dominio se fue diluyendo poco a poco conforme el Cádiz B tomó el pulso a las reducidas dimensiones del tapete azulgrana. Sin embargo no fue capaz de inquietar a Serna salvo con un lanzamiento muy lejano e inofensivo de Víctor. Los de Pavón fueron ganando protagonismo con diversas llegadas que no llegaban a buen puerto.
Pero el guión si fue el mismo que en Sevilla tras el ‘Cooling break’. El Cádiz B supo aprovechar el impass para comenzar más enchufado y adelantarse en el marcador tras un fallo en bloque de la zaga, que no rechazó un córner en condiciones y lo aprovechó Sergio González para hacer el 0-1. El Yeclano quedó noqueado hasta el descanso, que además perdía a Mario Sánchez por lesión.
El descanso, sin embargo, sentó bien al equipo azulgrana. Salvo por un amago tremendo de Momo con un cabezazo rozando el palo, los de Sandroni ofrecieron una marcha más con la entrada de Javi Muñoz, que sustituyó a Mario. El empate fue obra de Iker Torre, en una acción muy similar a la del tanto cadista. El panorama cambió de repente y se acentuó con la expulsión por doble amarilla de Momo a falta de más de media hora por delante.
El delirio llegó a los 70 de juego, cuando el gigante vasco volvió a hacer ‘la clásica’: remate de cabeza inapelable para el 2-1. A partir de ahí, el Yeclano se desmelenó. Buscó el tercero y Vaquero y Fenoll estuvieron cerca de conseguirlo.
Pero el Cádiz B no vendió barata la derrota. Luchó hasta el final, inquietó a la parroquia azulgrana con balones colgados que por otro lado no causaron daño a la zaga azulgrana que, ahora sí, convenció y dio el nivel de lo que se espera, un equipo que quiere sobrevivir en Segunda División B.
