Una vez llegados a la isla del liderato, la banda de Patiya no está dispuesta a perder el motín y en una tarde soleada, recibía al Bullense de Alberto Castillo, con la intención de convertir el sol en tinieblas. Con dos cambios en la alineación del Yeclano Deportivo, respecto al once con el que asaltaron Pinatar Arena, Adrián Hernández se rodeó de Iván Martínez; Mario Hernández, Gabri Clemente, Diego Ruiz, Juanmi Heredero; De Dios, Bauti, Manu Costa, Pau Pérez, Salinas y Alex Melgar, para continuar mandando en las aguas de la tercera murciana.
Era la cuarta batalla entre los equipos comparecientes sobre el césped yeclano, en un partido que se iba a parecer más al del día de la Virgen en Bullas que a los dos de Copa RFEF y es que pese a un comienzo visitante tratando de alejar al líder de su campo, presionando intensamente y moviendo el balón, en apenas diez minutos la ‘Patiyoneta’ comenzaba a carburar. Al igual que ante Cartagena, el balón parado era vital para abrir la lata y comenzó a dar frutos cuando Diego Ruiz, cazando un balón en el área tras varios intentos, en una buena jugada ensayada a la salida de un córner y cinco minutos después Gabri Clemente, de cabeza, hacían los dos primeros que daban la tranquilidad al combinado azulgrana, un equipo que ya mandaba en el juego, siendo en ese momento el ejecutor de la presión y adelantándose jugada tras jugada al medio cambo del noroeste. Llegando al intermedio la cuenta goleadora creció por medio de Salinas, con un auténtico ‘cañonazo’ desde la frontal, seguido de una buena jugada de Melgar, que cedió, en última estancia el protagonismo del gol a Pau Pérez, anotando el cuarto apenas segundo antes de marchar a la caseta.
La segunda parte tenia otro sonsonete, con una ventaja más que suficiente y la llegada de varios partidos cercanos, el cuadro técnico de Adrián, pareció optar por las rotaciones, dejando a Salinas en vestuarios y dándole minutos al canterano Luispa. Con el contratiempo de un golpe recibido por Alex Melgar, que se veía obligado a dejar su puesto a otro canterano, el capitán del navío, Tonete, uno de los hombres más temidos del planeta y no es para menos, puesto que, sin tener tiempo de verle la cara, la defensa rival ya lo veía celebrar el quinto gol de la tarde. Visto para sentencia y con un rival maniatado, Adrián brindaba descanso a sus hombres más habituales, Diego, Juanmi o Manu Costa eran reservados para futuras batallas, mientras Serrano, después de mucho tiempo lesionado, volvía a la primera línea de fuego. En esos momentos, llegando al momento en que la grada se ilumina y canta ‘el abuelo’, en ese canto hipnótico de sirenas, el capitán Tonete, controlaba con el pecho y en forma de vaselina, daba el espadazo definitivo al combinado bullero. Desde ahí, hasta el final, un Bullense a merced del líder intento y evitó que los azulgranas le hicieran un siete, que cerca estuvo de llegar en alguna acción de Pau o algún disparo de Alvarito, pero este no llegó y el duelo concluyó en el 90, sin nada añadido, ya que la colegiada María Dolores Martínez Madrona decidió que los de Bullas, ya habían tenido bastante.
Así, los piratas del Capitán Tonete, navegan en la Patiyoneta con rumbo fijo y un viento propiciado por su incondicional afición e intentaran un nuevo abordaje la próxima semana en Los Garres, pero el destino, el verdadero destino, cada vez está más cerca.