La espeleología es noticia. El accidente de los montañeros españoles en Marruecos que dejó dos fallecidos y un superviviente ha situado en la escena mediática a esta disciplina. Esta compleja modalidad también tiene deportistas yeclanos que la practican y la han desarrollado.
Uno de los más activos y representativos es Mateo Chirlaque. Es yeclano, tiene 51 años y comenzó su andadura en la espeleología cuando apenas era un adolescente. Lleva más de 30 años desarrollando expediciones. Su primera cueva la visitó con 16 años y desde entonces son alrededor de 200 en las que ha estado.
Chirlaque ha aclarado que comenzó en este mundo cuando se unió a varios yeclanos con interés en esta disciplina “Comenzamos a realizar pequeñas expediciones por la región. Una de las primeras fue en las cuevas del puerto de Calasparra”.
El mejor y el peor momento
El espeleólogo yeclano cuenta que la expedición que más recuerda fue la que hicieron cinco murcianos a la Piedra de San Martín en Francia. Afirma que fue una aventura inolvidable junto a otro yeclano, dos jumillanos y un cartagenero en un entorno inigualable.
El momento más complicado fue en la sima de Aldaya. Se trataba de un pozo de más de 80 metros de profundidad, justo en la mitad había una piedra. “Cuando estábamos abajo cayó el tronco de un árbol. Fue muy difícil salir, lo pasamos realmente mal, pero conseguimos regresar a la superficie con muchas dificultades”, aclara Chirlaque.
Marruecos tiene pocos medios para seguridad
El espeleólogo yeclano también ha hablado sobre lo ocurrido en Marruecos. Destaca que esta disciplina lleva intrínseca el riesgo. “Sabes cuando te adentras en una cueva que es posible que no salgas. No obstante yo viví en mis propias carnes con otra expedición de montaña en Marruecos que allí los medios de salvamento son muy limitados. En ese país están a años luz de la seguridad que tenemos en España y lo hemos visto también en esta ocasión”.
Mateo Chirlaque aclara que esta era una zona donde no había instalación, donde era necesario que trabajasen mucho para poder realizar la expedición. Destaca que al tratarse de un barranco y al estar al aire libre pudo ser una de las claves para que los deficitarios sistemas de salvamente marroquís al menos pudieran recuperar con vida a uno de los espeólogos.
Chirlaque, con menos actividad espeleológica
El espeólogo yeclano actualmente ha reducido su actividad en esta disciplina. “Tengo 51 años y es un deporte que requiere de una preparación física muy cuidada, he estado practicándolo de forma continua durante más de 30 años y ahora me apetece disfrutar de otras modalidades más tranquilas dentro del montañismo”.
Cuevas, barrancos, pozos. Mateo Chirlaque ha dedicado buena parte de sus horas a recorrer estos lugares singulares. Ha vivido el deporte en su máxima expresión, con riesgo, aventura, aprendizaje, pero también con diversión.