No sé si será por la pírrica victoria ante el Muleño, por ese chirigotesco gol sobre la bocina, por jugarse sábado por la tarde, o porque decir Águilas a mediados de febrero anima más a acudir con antifaz que con las botas de tacos de aluminio. Pero la realidad es que, pese no estar demasiado caliente el ambiente, elYeclano disputa este sábado en El Rubial el partido más importante en lo que llevamos de temporada y se juega mucho más que 3 puntos.
Resulta raro que esté pasando desapercibido elque, probablemente, sea uno de los duelos más atractivos del curso, en el estadio decano, con los dos equipos con más solera (Lorca aparte) y con ambosempatados a puntos en la lucha por la segunda posición.Con estos ingredientes, en vez de sólo colear el achi (Jesús) del finde pasado, lo suyo sería que este encuentro copara buena parte de las tertulias en los mentideros de nuestra muy noble, muy leal y fidelísima ciudad.
Yo, sin embargo, no paro esta semana de darle vueltas a las cuentas de la vieja. El 1×2 típico de La Quiniela se queda corto para las opciones numéricas que se van a disputar, ya que este partido tiene, además, tiro libre adicional.Para el Yeclano, empatar o ganar tendría premio, ya que supondría hacerse con el goal-average particular, mientras que el Águilas tendría que superar el registro de 2-1 para dejar atrás a los azulgranas y asegurarse el comodín en caso de acabar con los mismos puntos. El caso es que a las 20:00 horas del sábado, uno de los dos podría dejar al otro a 3+1 (a 3 si los aguileños ganan pero no superan el resultado de la ida), o en caso de empate, los 200 kilómetros de vuelta sabrían bien metiéndoles el codo en la clasificación.
Las sensaciones y las estadísticas no son las mejores, pero tampoco las peores. Los antecedentes son variados: ante los rivales de play-off se ha competido bien, ganando a los aguileños y también a los lorquinos (eso sí, en casa), mientras que en San Javier se palmó compitiendo. Bajo el prisma pesimista, esimposible no recordar el vértigo que sufrió el equipoen aquellas dos bolas de break que tuvo en Churra y El Palmar para conquistar el liderato. Es el momento de dar el salto cualitativo. Ojalá los de Fernando García Sanjuán provoquen en las últimas máscaras carnavalescas de los aguileños el emoticono aquel que les contábamos el 28 de diciembre.