Cargando ...“#La36PorClaudia”, artículo de José Ramón Martínez.
Se llama Claudia, es una joven yeclana que desde hace dos años lucha contra el cáncer. Es una entre muchos niños que cada día se levantan y tratan de vencer en el pulso contra esta enfermedad. Después de todo este tiempo de sacrificio y sufrimiento está muy cerca de ganar la batalla. “Cuando más débil estaba eché de menos poder hacer deporte”. Sus padres Fran y Mari Carmen recogieron el guante e iniciaron una campaña junto a la Fundación Aladina para instalar un gimnasio para los pacientes oncológicos infantiles en el Virgen de la Arrixaca. Para recaudar fondos quisieron hacer una actividad novedosa, unirse al reto de Mari Ángeles Polo de la 42×21 y realizar con ella su 36ª Media Maratón.
Y Claudia animó a sus dos padres a participar. Dos personas que no habían hecho deporte prácticamente nunca. Un reto, una forma de superación a la que pidieron a los yeclanos a unirse, a situar al deporte como una gran herramienta para luchar ante el cáncer. Más de 70 personas se inscribieron para el 26 de abril a la Rock & Roll de Madrid. Pero la pandemia suspendió la prueba. Pero no acabó con la llama, ni con el reto. 17 meses después llegó el día.
La jornada comenzó en la calle de Santa Engracia de la capital. En el hotel donde durmió Claudia, su familia y muchos de los acompañantes. Punto de encuentro de los 40 yeclanos que asistieron. Todos con la camiseta conmemorativa de esta prueba tan especial. Nervios e ilusión entre los corredores, familiares y amigos. Claudia ya llevaba su bandera. Con ella y con todos los acompañantes se hizo la foto para el recuerdo. Y de ahí partió la comitiva hasta la Castellana donde estaba dispuesta la salida.
Antes de entrar a los corrales se unieron más yeclanos que iban a participar. Unos más preparados, otros menos. Unos con experiencia en Media Maratón, otros debutaban. El punto en común era la ilusión de hacerlo juntos y por Claudia y Mari Ángeles Polo. En la salida cada uno acudió a los diferentes corrales. En total había 15.000 corredores divididos en 30 cajones de 500 que salían dependiendo del tiempo previsto de llegada cada cuatro minutos. Lo que envuelve a los instantes previos de una prueba es verdadera magia, la música, la animación, la ilusión de pisar una salida, unidos al temor y a la responsabilidad de correr 21 kilómetros después de la pandemia hizo todavía más grande esta carrera.
Son las 11 y empieza todo. Había muchas pruebas que superar, muchos momentos de tensión, de dureza y comenzaron pronto, ya que el trazado se inició con los primeros cuatro kilómetros de subida, visita al Bernabéu y hasta las cuatro torres. Comienzo durísimo donde era necesario reservar fuerzas. A partir de ahí leve bajada por la calle Bravo Murillo para buscar la Glorieta de Cuatro Caminos.
En el primer avituallamiento, en el kilómetro 6 llega el agua. Es necesario hidratarse y mucho más importante conocerse a uno mismo para saber qué puede sentar bien o mal al organismo. Ser debutante puede hacer que se cometan imprudencias. Del kilómetro 5 al 10 era un recorrido rápido, con pequeñas subidas, pero más descenso. Seguía siendo necesario reservar fuerzas con más de la mitad del trazado por delante.
Fue una jornada especial para los alrededor de 40 corredores. No estaban solos. En los momentos de flaqueza, en esas calles eternas, amplísimas y cargadas de historia, había yeclanos animando a los que corrían con la camiseta blanca. Haciendo que fuesen más rápido y que cargasen sus energías. Estos amigos y acompañantes también hicieron kilómetros, recorrieron líneas de metro y se patearon la capital para poder dar oxígeno a los que corrían por Claudia. Una comunión entre corredores y familiares y amigos que hizo más espectacular esta Media Maratón.
Continúa la carrera, la mayoría de corredores ya han rebasado la hora desde que se dio el pistoletazo de salida. Son momentos importantes, las piernas y la cabeza están estrechamente unidas, si una funciona bien, las otras también lo harán. Son calles enormes, rectas, donde se respira la importancia de la ciudad más grande del país pero que en el tramo hasta el kilómetro 15 eran más monótonas.
Y llegamos a la Puerta de Alcalá que llega con el cartel del kilómetro 17. Ya está hecho, pero queda lo más difícil, mantener el aliento para terminar los últimos kilómetros, sobre todo con la aparición de un sol y un calor que la altura de los edificios había mantenido hasta entonces escondido. Subidas constantes, bajadas las menos. Los corredores rebasan el Museo del Prado, el parque del Retiro y ya se ve la Estación Atocha. Allí comienza a aumentar el número de personas que animan que llevan en volandas a los corredores cuando el corazón tira más que las piernas. Ya encaran los dos últimos kilometros en el Paseo del Prado. De lejos se ve la Fuente de Neptuno, es la recta final. Calor intenso, el público con muchos yeclanos entre ellos dan las fuerzas que se necesitan para acabar el recorrido.
Llega el kilómetro 20 y parece que esos 1000 metros son eternos. Los corredores miran a su izquierda y ven Neptuno, siguen corriendo y se encuentran con Cibeles. Se escuchan temazos de Rock & Roll y los ánimos del público. Y llegan los últimos metros. Y ahí la felicidad es absoluta. Sin más, reto conseguido. Si Claudia y Mari Ángeles han luchado y vencido la batalla con el cáncer, hacer una media maratón se convierte en un juego de niños.
Después llegó la euforia entre el grupo de yeclanos. Fueron llegando a cuentagotas, casi con una hora de diferencia entre los primeros y los últimos. Daba igual el tiempo, lo importante era llegar, pisar la meta, superar el reto. Cada uno contaba sus sensaciones, caras de cansancio, pero sobre todo mucha alegría al tener colgada la medalla de finisher.
Y fue ahí donde llegó el momento más emotivo de un fin de semana espectacular. José y Pepi, los padres de Marta, la princesa valiente entregaron su medalla a la que en todo momento fue la protagonista con estas palabras “Claudia, la ganadora y la que merece esta medalla eres tú”. Será difícil olvidar este fin de semana para los más de 40 yeclanos que vivieron #La36PorClaudia.
