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Ángela Górriz y Rebeca Muñoz, jugadoras de la Sociedad Deportiva Hispania y Campeonas de España con la Selección Regional Sub’21. Vencieron en la final al combinado madrileño en el Campeonato de España por Federaciones Territoriales celebrado en Parla. Dos deportistas luchadoras para las que el Hispania es una familia y su apoyo incondicional. Por ello, aseguran que tener que dejar este equipo en un futuro sería un hecho muy duro y que la primera opción de todas las jugadoras de este conjunto es quedarse en casa, junto al equipo, compañeras y afición que las han visto crecer.
La brisa que recorre el Parque de la Constitución y los rayos de sol de la primavera serán testigos de una bonita charla sobre fútbol sala. Ángela y Rebeca sonríen y se muestran impacientes por contar los numerosos momentos y sensaciones que este deporte les está haciendo experimentar.
Para Rebeca, lo más importante del fútbol sala “y en general de todos los deportes es lo mucho que une a la gente y el espíritu de equipo y superación que se crea. En mi caso, que soy portera tengo que estar en tensión constante para que no entre ni una”. Ángela considera al igual que su compañera que “el deporte en equipo es estar unidas y si una flojea ahí tenemos que estar todas para apoyarla”. Ayuda y unión, imprescindibles para estas jugadoras.
Silvia, junto a las Campeonas en el transcurso de la entrevista / I. Azorín
Hispania es mucho más que un equipo para ellas. Rebeca sonríe al afirmar que “es una familia que me ha ayudado a ser lo que soy y que me ha dado casi todo lo que tengo. Por eso, significa mucho para mí”. Ángela también tiene únicamente palabras de agradecimiento para su equipo pues “cuando tu vida personal no pasa por un buen momento gracias al apoyo del Hispania esas preocupaciones se hacen más llevaderas. Te ayuda a crecer como persona y jugadora. Además, no podemos olvidar que lo que hemos conseguido nosotras dos este año, sin la ayuda de nuestras compañeras no habría sido posible”.
Rebeca se encuentra estudiando en Albacete y debido a que “durante la semana no puedo entrenar con mis compañeras me he buscado equipos para prepararme y además hago ejercicio por mi cuenta. Es curioso porque cuando comencé a entrenarme con estos conjuntos fue la primera vez que jugué a fútbol once. Lo que siento en esta modalidad es que la portería es muy grande pero estoy conociendo a gente nueva y eso es principalmente lo que más me anima a seguir. De todos modos, los viernes vuelvo pronto a Yecla para poder entrenar con mis compañeras ese día”. Su cara demuestra que es la mayor recompensa de cada semana.
La confianza y los años ayudan a la situación de Rebeca en el equipo pues “aunque siempre notas que no has estado entrenando con ellas durante la semana, el estar tanto tiempo juntas y conocernos hace que esa falta sea mucho más llevadera y que, a la hora de jugar nos coordinemos muy bien”. Además, Ángela respalda la opinión de su compañera ya que “tenemos suerte pues al ser todas de la misma ciudad y llevar tanto años jugando juntas conocemos a Rebeca perfectamente lo que hace que nos adaptemos muy bien a esta condición”. La complicidad es evidente entre ellas.
Rebeca y Ángela, durante la entrevista / I. Azorín
La pasión por este deporte les persigue desde una corta edad pues Ángela jugó de pequeña en un equipo de chicos pero “no fue algo tan oficial ni profesional. La dificultad que encontré antes de conocer el ‘Hispania’ es que sólo podría jugar hasta cierta edad ya que en Yecla no hay fútbol once femenino. Después conocí el fútbol sala y me gustó pero si no me hubiese llamado la atención habría tenido una gran limitación”. Por el contrario, Rebeca “no tenía en mente dedicarme al fútbol pero me llegó la oportunidad de jugar en el ‘Hispania’ y pensé en el presente. Por eso, no me percaté de las limitaciones que podría o no tener”.
El apoyo que reciben por parte de la ciudad se está viendo aumentado este año. Ángela, asegura que “al subir a Segunda Nacional se ha notado un incremento de ayudas por parte del Ayuntamiento y patrocinadores. Además, apreciamos que viene más gente a vernos al ‘Chumilla’”. Rebeca agradece que “cuando necesitamos el apoyo de la afición lo notamos desde la grada”. Sus caras reflejan lo mucho que significa el calor de esta afición.
Esta temporada al jugar en esta categoría los trayectos para enfrentarse a sus rivales requieren de más kilómetros. “Durante esos viajes no sabemos ya ni qué hacer. Hablamos con nuestras compañeras, vemos películas o escuchamos música. Incluso, nos llevamos todos los apuntes para poder estudiar”, asegura Ángela. Por otro lado, Rebeca sostiene que lo que se necesita es organización porque “cuando tienes ilusión por un deporte intentas sacar el tiempo de donde sea para poder jugar y seguir con tu vida personal”.
Ángela y Rebeca pasan muchas horas juntas pues ambas entrenan con el Hispania y con la Selección Regional. Rebeca considera que se consigue así una conexión que se traslada al terreno de juego pues “cuando conoces tanto a una persona es en la pista donde se demuestra esa confianza. Así si tu compañera está pasando por un mal momento lo sabes y haces todo lo posible para que se centre en el partido”. Ángela aprecia que “en general, todas las jugadoras estamos muy unidas. Considero que es un factor que pocos equipos tienen”. Orgullo rojiblanco.
SELECCIÓN REGIONAL
Para Rebeca, este fue “el primer año que llegué a competir en el Campeonato de España con la Selección Regional. Lo primero que pensé cuando me convocaron es que tenía que dar lo mejor de mí”. Además, confirma que le sorprendió pues “nunca hay que esperarse esas cosas. No puedes pensar que te van a llamar seguro”. En el caso de Ángela, “he tenido la suerte de ir en cuatro ocasiones. El primer año era más pequeña y fui un poco por rellenar la lista, con la Sub’17. Esta fue mi primera vez con la Selección Regional Sub’21. Fueron años muy diferentes pues con la Sub’ 21 juegas con gente de mayor edad que tiene otras capacidades, con más experiencia y que saben más del juego. Aunque es cierto que el año pasado fue muy especial porque además de ser campeonas también fui capitana del equipo”.
Rebeca y Ángela, con el trofeo de campeonas de España el pasado marzo
Rebeca agradece a Ángela todo el apoyo recibido por su parte durante el torneo ya que “el tener a otra yeclana en la Selección es un gran alivio. Sobre todo para mí que era novata”. Entre sonrisas, Ángela considera que “Rebeca debió ir antes a la Selección, desde mi punto de vista”, además afirma que “el tenerla allí conmigo fue un gran apoyo pues siempre es bueno tener a alguien cercano”.
La fase previa del Campeonato se disputó en nuestro pabellón ‘José Ortega Chumilla’. Rebeca pensó que de esta forma “vendría más gente a apoyarnos. Por eso, tienes que intentar no mirar a la grada y centrarte en el partido”. Además, Ángela asegura que “no sentimos ningún tipo de presión. La gente que ha venido a vernos jugar los fines de semana ya sabe cómo somos en el terreno de juego. Por ello, no tuvimos nada más que demostrar”.
Alba Gandía fue una baja para la Selección Regional. Sus paisanas vivieron con gran tristeza lo ocurrido pues garantizan que “es una jugadora que lo da todo en la pista. Es luchadora y era un punto fuerte para nosotras. Además hubo más bajas en la Selección y eso nos dio más fuerza para luchar, por ellas y por nosotras. Siempre hemos dicho que éramos dieciséis”. El espíritu de equipo que mencionaron al comienzo se hace evidente.
Ambas coinciden en que durante la competición “la primera parte en Valencia fue muy dura. Teníamos que ganar ese partido sí o sí. Otro partido difícil fue en Galicia, hasta ahora la Selección campeona. Ellas fueron muy crecidas y nosotras se lo pusimos difícil. En la final empezamos perdiendo pero al final pudimos remontar”. Un torneo complicado pero que concluyó con la victoria murciana. “En ese momento sientes mucha alegría y emoción. También recuerdas a toda la gente que estuvo a tu lado para poder llegar hasta allí. Pero es con el paso del tiempo cuando te das cuenta que mereció la pena el sacrificio”. Todo esfuerzo tiene su recompensa.
El entrenamiento con el Hispania y con la Selección Regional se torna diferente. “Con la Selección el nivel de exigencia es mayor pues piensas ‘si no entreno bien van a llamar a otra jugadora’. Con el Hispania esa presión no la tienes”, asegura Rebeca. Su compañera corrobora esta sensación ya que “en tu equipo sabes que puedes jugar más minutos o menos pero estás dentro. En los entrenamientos de la Selección te estás ganando el puesto continuamente cada semana durante los cinco meses. Además, la poca relación que tienes con los entrenadores, sobre todo al principio hace que haya más distancia y que por ello te esfuerces mucho más. Si el entrenador te conoce sabe lo que puedes dar pero si no tienes que trabajar el doble por demostrarlo”. De nuevo, ambas concuerdan en que se sienten cómodas “en ambos equipos pues los dos nos aportan cosas buenas. Son sensaciones diferentes”.
Para Ángela y Rebeca abandonar su equipo sería un momento muy doloroso. Rebeca afirma que “siempre voy a intentar compaginar”, como ya está haciendo. “Este año podría haber ido a otra universidad pero me sentía muy responsable de tener que ayudar a mi equipo a subir a Segunda División”. Por su parte, Ángela considera que “todas las que jugamos en el Hispania tenemos como primera opción quedarnos a jugar en casa”.
A nuestras campeonas el plantearles la idea de abandonar el fútbol sala de manera definitiva hace que la felicidad que inundaba sus caras desaparezca. “No podría dejarlo completamente. Siempre encontraría la fórmula para poder seguir practicándolo a no ser que una grave lesión me lo impidiera”, promete Ángela. Su compañera corrobora sus palabras y añade que “no me veo sin deporte”.
Finalmente, Ángela y Rebeca desvelan las claves que las han llevado hasta lo más alto junto a su equipo. “El secreto es el trabajo que la gente no ve por parte de la Directiva y de los familiares, además de las compañeras. Son los tres puntos clave que tenemos en el Hispania pero que quien no está dentro no valora. Sin el apoyo de cada uno de ellos no podríamos haber conseguido el Campeonato de España. El respaldo familiar que tenemos es fundamental y nosotras intentamos agradecérselo de la mejor manera posible”. Sin duda, esta gran victoria es la mayor recompensa que han podido ofrecerles.
