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Pues ya está. Hoy es 1 de febrero, y que se haya cerrado el mercado de fichajes sin que nadie se haya ido del Yeclano es una victoria más que añadir a la temporada. Y un buen momento para volver a entonar el cántico de “orgullosos de nuestros jugadores”, porque novias no les habrá faltado, pero todos han demostrado su compromiso y su admiración por este club.
También en esto se ha apreciado las diferencias del fútbol moderno con el fútbol humilde durante estos días. Mientras la gran mayoría de equipos anunciaban bajas y pomposas incorporaciones, mientras que el presidente del Cartagena renegaba de su equipo y se metía en un charco hablando de algunos jugadores como Alayeto que, al parecer, no tienen el glamour para él, mientras que se oían cifras astronómicas y mareantes, mientras, las sobradas del fútbol moderno chocaban de frente con la grandeza de la esencia de Sandroni, quien levantó aplausos en el programa especial de Onda Regional respondiendo estoicamente que “no buscamos ningún delantero porque nosotros con Iker al fin del mundo y le esperaremos todo el tiempo que haga falta”.
Y que quieren que les diga. Orgullosos de nuestros jugadores, del entrenador, del cuerpo técnico, del club y de esta pedazo de afición. De ver cómo en un colegio reciben como héroes a estos futbolistas. De partir en este momento hacia Córdoba con el orgullo de visitar un estadio que hasta hace dos dias era de Primera y la humildad de saber que se podría tanto hacer una proeza como venir de allí tocados.
Pero sobretodo demostrarle aquel cronista que escribió desde la distancia un artículo jocoso contra la Constitución de que en Yecla podremos ser humildes pero honrados, acogedores y agradecidos.
