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El Centurión yeclano conquistó Roma

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Roma es la ciudad eterna. La monumentalidad de sus calles, la historia de sus plazas y la brillantez de su patrimonio fueron testigos de la hazaña de un yeclano. Iván López participó en el Campeonato del Mundo de Marcha atlética y elevó a los cielos del deporte internacional el nombre de la ciudad. Llegó 25º y redujo en un minuto su marca personal. Pero allí vivió mucho más.

Sobre la carrera aclara que disfrutó. “Fue muy rápida, disfruté mucho de la prueba y logramos el objetivo que pretendíamos, aunque recortar en un minuto mi marca no fue nada fácil, pero era una prueba en la que tenía que darlo todo, iba muy preparado y concienciado y me sentí muy a gusto”.

El circuito de 10 kilómetros que tuvo que superar maravilló al atleta yeclano. Un trazado veloz, atractivo, sugerente, que atravesó lugares como las Termas de Caracal o el Arco de Constantino. “Yo salí controlando, no quería que la euforia me dejase sin fuerzas en los últimos kilómetros. Y todo salió como estaba previsto, no tuve momentos de flaqueza ni dificultad”.

Desde que conoció que iba a estar en la cita, Iván López se preparó intensamente. Hace un mes acudió a una concentración en Benicássim con el resto de seleccionados. Allí mejoró la técnica y continuó con su proceso de aprendizaje junto a los más grandes de este deporte.

“A mi llegada a Roma me desmotivé. No tuve un buen entrenamiento, pero mi compañero de habitación Benjamín Sánchez me animó, me dijo que sus mejores competiciones llegaron después de malos entrenamientos. No se equivocó”.

El joven corredor yeclano no duda en destacar el buen ambiente que ha vivido. Las experiencias con compañeros, entrenadores y contrincantes. “He vivido algo espectacular. Cuando me inicié en la marcha yo quería vivir esto”. En este mundial ha respirado atletismo las 24 horas, ha encontrado amigos en sus filas y también en los muchos corredores que han competido de otras naciones. No pestañea en definir de “inolvidable” una prueba en la que pudo tocar con las manos el más electrizante de sus sueños: defender los colores de la selección en un mundial.

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